Ahorrar luz: ¿qué potencia eléctrica necesito para ahorrar en la factura?

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¿Quieres ahorrar luz? ¿Te parece que pagas demasiado en la factura de tu casa? ¡No te quedes helado cada vez que llega el recibo! Te damos tips para ahorrar en el consumo y abaratar el total. El primer paso es entender el recibo y por eso, vamos a repasar todos los conceptos que podemos encontrar.

¿Qué conceptos aparecen en la factura de la luz?

Entre los conceptos principales del recibo de la luz, encontramos:

  • Término fijo de potencia. Es un concepto que se paga mensualmente a la compañía eléctrica, aunque no hayamos consumido ningún kWh. El importe depende de la potencia que hemos contratado.
  • Energía consumida. Es la cantidad de kilovatios que consumimos en un periodo concreto. Los kWh consumidos en el período indicado en la factura se multiplican por el precio la compañía acordado por kilovatio.
  • Penalizaciones de energía reactiva. En algunos casos se puede aplicar una penalización si la energía reactiva (de motores y luminarias de carácter inductivo) supera el 33% del total de ese período. Esto se debe a que estos equipos provocan descompensaciones en la instalación eléctrica.
  • En caso de ofrecer algún descuento la comercializadora.
  • Alquiler de equipos de medida.Si no eres propietario del contador, te pueden cobrar su alquiler.
  • Impuesto sobre electricidad. Es un impuesto especial que se aplica al consumo, a la potencia y a las posibles penalizaciones.
  • La electricidad está a su vez gravada con el 21% de IVA. Este porcentaje se aplica sobre el total de los conceptos de la factura.

Calcular la potencia contratada, primer paso para ahorrar luz y en la factura

Si nunca han “saltado los plomos” en tu casa, puede ser que necesites volver a calcular la potencia eléctrica contratada, ya que representa una parte importante de la factura final. A más potencia contratada, más pagarás en tu recibo.

La potencia eléctrica contratada es la máxima energía que se puede consumir en un mismo momento dentro de una vivienda y cuyo importe se abona independientemente del consumo que se realice. Cuantos más electrodomésticos queramos utilizar de forma simultánea, más potencia de luz necesitaremos contratar. Si superamos la potencia saltarán los plomos, pero también es posible que tengamos contratada más de la que realmente necesitamos y es aquí dónde está el potencial de ahorro.

¿Cuánta potencia eléctrica consumo?

Si no sabes qué potencia tienes contratada actualmente basta con un vistazo a tu factura de la luz para averiguarlo. Una vez tengas el dato, es hora de calcular la potencia real que demanda nuestro hogar. Para ello, simplemente deberás ir sumando las potencias correspondientes a cada aparato que se encuentre conectado al suministro eléctrico y tener en cuenta los electrodomésticos que van a estar en funcionamiento en un mismo instante –radiadores eléctricos, termos de agua caliente, vitrocerámica, frigorífico, televisión, etc–:

  • Calcula la potencia (kW) de todos los electrodomésticos de mayor consumo que vayan a funcionar habitualmente al mismo tiempo.
  • Añade a la suma anterior un margen de 1kW para iluminación y pequeños electrodomésticos.

Con el gasto estimado, deberás elegir el escalón superior más próximo de las potencias normalizadas que te ofrezca tu compañía eléctrica.

Si quieres simplificar este cálculo, en la web de Facua tienes un simulador que calcula automáticamente la potencia que necesitas en función de los electrodomésticos, iluminación y equipos electrónicos que vayas a usar al mismo tiempo.

¿Cómo se cambia la potencia eléctrica?

Para reducir la potencia eléctrica contratada tan solo hay que ponerse en contacto con la compañía. Ten a mano el DNI del titular, el número CUPS, la cuenta bancaria en la que está domiciliada esta factura y las potencias actual y nueva. En algunas es posible tramitarlo totalmente online.

Lo único que debes tener en cuenta es que ese cambio de potencia contratada puede conllevar un coste tanto si se baja potencia como si se sube. Algunas compañías lo ofrecen gratuitamente, pero otras cobran en torno a 10 euros. Por otra parte, en caso de querer subir la potencia, el coste ronda los 45 euros por cada kilovatio adicional

Una vez comunicado, la compañía tiene la obligación de proceder a la bajada de potencia solicitada en un período de 5 días. En ese período, un técnico tiene que presentarse en el domicilio y reajustar el control de potencia.

Las compañías solo están obligadas a hacer un cambio de potencia al año, por lo que es importante calcular bien la nueva potencia a contratar para evitar cambios posteriores.

Otras formas de ahorrar en la factura de la luz

La reducción de potencia es un aspecto importante en el abaratamiento de la factura de la luz, ya que supone un ahorro considerable en el término fijo y en los impuestos que se gravan sobre ese término (impuesto sobre la electricidad e IVA). Pero, es en el consumo eléctrico donde más podemos hacer para abaratar la factura. Por un lado, podemos adquirir hábitos que reduzcan el consumo de electricidad y, por otro lado, podemos comparar los precios del kWh de las diferentes compañías eléctricas y así contratar el precio en €/kWh más ajustado.

Opta por electrodomésticos eficientes

Los electrodomésticos son los principales consumidores de energía y por tanto son los que más influyen en tu recibo de la luz. Por eso, es importante optar por aquellos que respetan el principio de la eficiencia energética. Si estás pensando en cambiar alguno de ellos, recuerda que puedes financiar la compra en varios meses con el servicio de pago fraccionado y tu tarjeta de crédito ABANCA. Consulta las condiciones de este servicio en ABANCA.

Por otra parte, se debe revisar el buen funcionamiento de los electrodomésticos para detectar si consumen más por algún defecto. Por ejemplo, si la puerta de la nevera no cierra bien, si la lavadora pierde o si el horno calienta menos de lo que debería. Son fallos que a veces se dejan pasar pero que acaban pasando factura, ¡y nunca mejor dicho!

También es importante usarlos con cabeza, por ejemplo, eligiendo los programas que funcionan a temperaturas bajas en lavadoras o lavavajillas, evitando meter platos calientes en la nevera, cubriendo las ollas durante la cocción o limpiando con frecuencia el horno.

Apaga el stand by

Puede parecer inofensivo, pero no lo es. Dejar la tele con el puntito rojo encendido en vez de apagarla supone un consumo silencioso considerable que puede evitarse fácilmente. Apagar todo lo que se queda en stand by puede significar un ahorro de luz del 10%. Otro gran consejo es desconectarlos cuando vayamos a pasar varios días fuera de casa.

Esto también pasa con los cargadores, que siempre quedan conectados aunque no esté conectado el móvil ni el ordenador, y tienen un bajo consumo energético mientras tanto.

Usa bombillas LED

La iluminación de bajo consumo es una de las mejores inversiones. Es cierto que las bombillas LED son más caras que las convencionales, pero este coste se amortiza a medio y largo plazo en la factura de la luz.

Haz un uso responsable de la calefacción

Si la calefacción es eléctrica, en los meses fríos siempre se nota un pico considerable en la factura de la luz. Mantener una temperatura de entre 18 y 22 grados, programar la calefacción, revisar los aislamientos de puertas y ventanas y muchos otros trucos relacionados ayudarán a que este importe sea más bajo.

Reduce el consumo de agua

Si usas un calentador de agua eléctrico, puedes reducir su consumo energético realizando un buen aislamiento de las tuberías de agua caliente, instalando grifos con termostato y con un ahorrador de agua en el cabezal de la ducha. De este modo, ahorrarás más de un 30% de con los grifos convencionales.

Compara tarifas de las compañías eléctricas

Como ocurre con otros servicios o productos, es importante comparar las distintas opciones del mercado.

Tarifa por horas

Si queremos ahorrar luz en la factura debemos fijarnos no solo en cuánto consumimos sino cuándo se produce el consumo de electricidad. La tarifa por discriminación horaria es una opción cada vez más popular.

  • Tarifa Normal: un único precio en €/kWh para las 24 horas del día, los 365 días del año.
  • Tarifa Nocturna: un precio más caro (precio punta) para las horas diurnas, y un precio más barato (precio valle) para las horas nocturnas.
  • Tarifa de 3 períodos: existen 3 precios distintos, según el día y la hora de la semana, distinguiéndose entre precio punta, precio llano y precio valle, de mayor a menor importe.

Tu capacidad de ahorro está condicionada en buena medida por lo que pagas en tus recibos. Como ves, siguiendo unos pequeños tips se puede reducir el gasto mes a mes. Así que, si no quieres perderte ninguno de nuestros consejos, suscríbete a nuestra newsletter (tienes el formulario en la página principal) y ahorra con nosotros.

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