Fondo de comercio o goodwill: qué es y cómo se diferencia del badwill

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No es lo mismo ser un profesional que acaba de abrir un negocio a una compañía que lleva ofreciendo sus servicios 20 años. Este tiempo en el mercado no solo son años de experiencia, sino también una organización empresarial determinada, una cartera nutrida de clientes y una imagen de marca destacada, entre otros aspectos. Todo ello conlleva a proyectar un valor por el trabajo bien hecho durante esas dos décadas y eso lo que es el goodwill o fondo de comercio.

Si quieres saber cuán importante es el fondo de comercio para tu negocio, qué ejemplos de goodwill te puedes encontrar en el mercado o qué es el badwill, continúa leyendo.

¿Qué es el fondo de comercio o goodwill?

El fondo de comercio, o goodwill en inglés, es un valor intangible que representa la reputación o reconocimiento de una empresa en el mercado. Este término es de vital importancia ya que tiene en cuenta activos que no aparecen en los libros de contabilidad y que, en realidad, reflejan el valor actual de una compañía. Aquí entran en juego conceptos como la eficiencia de la empresa, la buena opinión de la clientela o el prestigio, al fin y al cabo.

Este plus que supone el fondo de comercio o goodwill al valor de marca de una empresa es, por lo general, un término que se suele emplear a la hora de comprar una compañía. Por ejemplo: si por la compra de una empresa se pagan 15 millones de euros cuando la suma de los elementos que componen su patrimonio ronda los 10 millones, estos 5 millones restantes reflejan ese valor adicional que supone el goodwill.

De esta forma, podríamos decir que el fondo de comercio es la diferencia entre el valor del patrimonio neto de una empresa y el valor final pagado. Este se revisa al menos una vez al año y se tienen en cuenta cualquier tipo de deterioros en la salud financiera de la empresa. Si se encontraran indicios negativos, se podría llegar a hablar de badwill.

¿Qué es el badwill?

El badwill o fondo de comercio negativo es cuando el comprador interesado en una empresa adquiere esta por un valor inferior al que refleja su patrimonio. Para darse esta situación, satisfactoria para el comprador pero perjudicial para el vendedor, la empresa que es objetivo de compra tiende a presentar dificultades financieras o problemas legales. Connotaciones, al fin y al cabo, negativas para la reputación de una compañía que pueden provocar que su imagen se vea dañada.

El badwill, también llamado goodwill negativo, sería a los ojos de un prestatario como una especie de scoring adverso que le dificulta negociar un precio deseado de venta. En resumidas cuentas, se hablaría de un ingreso para el comprador, que podría conseguir una posible ganga, y, por lo tanto, una venta, aunque en ocasiones necesaria, insatisfactoria.

¿Por qué es tan importante el fondo de comercio?

Más allá de su importancia a nivel financiero, en el plazo más corto, y por su proyección de marca, en el plazo más largo, la definición de fondo de comercio está estrictamente ligado a un aspecto de contabilidad imprescindible en el día a día de un negocio. Por ello, el fondo de comercio está contemplado en el Plan General de Contabilidad del Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre. Un hecho que refleja la importancia de su continua revisión para el correcto funcionamiento de una empresa que se encuentra en el mercado.

Debido a este Plan General de Contabilidad, las empresas tienen que atender a una serie de obligaciones determinadas. Entre ellas, una que es fundamental para tasar el valor real de una empresa es el test de deterioro. El test consiste en plantear una situación en la que la empresa se vende, con el objetivo de calcular su valor en ese momento. Debe tenerse en cuenta al menos una vez al año y con ello vigilar que la empresa no se devalúa.

Ejemplo de fondo de comercio o goodwill

A la hora de pensar en un claro ejemplo de fondo de comercio basta con echar un ojo a las grandes multinacionales del mercado. Marcas como Coca-Cola o Apple, con el reconocimiento de marca que tienen después de años trabajando, no solo en sus productos sino también en sus valores, apoyados por sus campañas de marketing, son casos muy claros.

Si te fijas en el término de goodwill, en su propia definición puedes encontrar un concepto a tener en cuenta: “buena voluntad”. En este caso, la buena voluntad es entendida como ese extra que se paga a la hora de realizar una compraventa por el valor reputacional que proyecta la compañía. En un hipotético caso de que alguien quisiera adquirir Coca-Cola, toda la gestión y las acciones que la empresa ha realizado para mantener un reconocimiento en el mercado, se tendrían en cuenta en esa compra muy por encima del valor de su patrimonio.

Ahora que ya sabes qué es el fondo de comercio o goodwill y de qué manera se valora en el mercado, quizá te interese saber cómo analizar una empresa para comprar acciones antes de invertir en ella. Si necesitas asesoramiento para gestionar tu patrimonio o tus operaciones futuras, recuerda que en ABANCA tenemos productos y servicios para inversores.

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