Descubre cómo mejorar tu salud financiera personal

4.8/5 - (71 votos)

¿Te suena el concepto de salud financiera? En términos generales, contar con una buena salud financiera personal es sinónimo de tener tus gastos bajo control, carecer de deudas y disponer de ahorros suficientes para el presente y futuro.

En este post descubrimos todo lo que necesitas saber acerca de cómo mejorar tu salud financiera. ¡Toma nota!

Qué es la salud financiera

La definición de salud financiera comprende la correcta gestión de la economía personal o empresarial para poder hacer frente a posibles imprevistos. Esto se traduce en un estado de bienestar que da lugar a la salud financiera plena.

Para lograr esta salud es importante la educación financiera. Es decir, informarse y formarse en conceptos económicos, como la inflación, para poder gestionar eficientemente el dinero. Así como disponer de recursos financieros y saber cómo administrarlos.

Cómo se mide

Existen ocho indicadores que miden el estado de lasalud financiera personal, según el Center for Financial Services Innovation (CFSI).

Menos gastos que ingresos

Para que tu salud financiera sea buena, es fundamental empezar a gastar menos de lo que se gana. Así podrás ahorrar y estar alerta a situaciones imprevistas que pueden producirse.

Para mejorar este indicador se puede calcular la cantidad total de ingresos y gastos a los que se ha hecho frente en el último año y analizar los movimientos financieros que hay cada mes.

El pago de las facturas, al día

Pagar las facturas a tiempo y en su totalidad es imprescindible si queremos administrar adecuadamente nuestras finanzas diarias, por ejemplo, la cuota de la hipoteca.

Ahorros en productos financieros líquidos

Es muy importante contar con ahorros suficientes en productos financieros líquidos, para de esta manera evitar contraer deudas y disponer de un fondo de emergencia.

Para conseguirlo es recomendable transferir una cantidad determinada de dinero de forma periódica al producto de ahorro que mejor se adapte a tu situación personal.

Activos a largo plazo

Además de tener cubierto el corto y medio plazo, disponer de capital suficiente para afrontar los gastos a largo plazo, como la compra de una vivienda, es un plus.

Buen nivel de deuda

Un ejemplo de salud financiera óptima es saber cómo gestionar tus deudas. Para esto es importante tener los pagos de las tarjetas de crédito al día.

Historial de crédito saludable

Las personas con mejor salud financiera son las que tienen un buen scoring y no suponen ningún riesgo para los prestamistas o acreedores.

Seguros adecuados

Contratar seguros de baja calidad suele producir en las personas una sensación falsa de protección. Para adquirir estos productos lo mejor es tener en cuenta variables como el tamaño de la familia o el nivel de cobertura que se va a necesitar.

Planificación de gastos

Planificar los gastos para el futuro es clave si lo que buscamos es mejorar nuestra salud financiera.

Cómo mejorar la salud financiera

Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, para mejorar tu salud financiera debes seguir una serie de pasos que explicamos a continuación.

Llevar un control diario de los gastos

Saber en qué se gasta el dinero es fundamental. Clasifica tus gastos para analizarlos, saca conclusiones, establece límites y haz un seguimiento continuo (por lo menos una vez al mes) para no caer en compras innecesarias.

Ahorrar

Está claro que ahorrar siempre es necesario, especialmente para contar con un colchón para posibles imprevistos en el futuro.

Aunque la inflación puede afectar al ahorro por la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, lo más conveniente es empezar a convertir el ahorro en un hábito. Es decir, en nuestro día a día podemos, desde fijar cantidades concretas para gastar en ocio, hasta llevar a cabo un consumo responsable en el hogar (adquirir electrodomésticos eficientes, economizar el uso de la luz…)

Controlar la deuda

Si existen deudas, para reducirlas lo primero que hay que hacer es no acumular más obligaciones financieras y evitar pedir préstamos o recurrir a tarjetas de crédito. El siguiente paso es planificar el pago de estas deudas.

Para controlar la deuda se puede aplicar esta fórmula: sumar todas las cuotas de nuestros préstamos y comprobar que el resultado no sea superior al 35 o 40% de los ingresos netos.

Planificar y optimizar el dinero

Planificarse es esencial, y una cosa que podemos hacer es calcular el patrimonio que tenemos para conocer nuestro estado financiero. Así, sumamos: lo que tenemos en la cuenta, el valor de nuestra vivienda y lo que hemos invertido (si hemos realizado alguna inversión). A este resultado le restamos las deudas. El total de lo que se tiene menos lo que se debe es el valor neto.

Recuerda que siempre hay que estar alerta para afrontar cualquier situación que no esperamos: reducción de los ingresos, gastos imprevistos o aumento de los intereses de los productos que adquirimos.

La importancia de ahorrar

En resumen, optimizar tu salud financiera incluye, entre otras cosas: ser consciente de tus ingresos, hacer un control de los gastos y evitar los innecesarios, y ahorrar lo máximo que se pueda.

Para empezar a ahorrar podemos probar a utilizar la regla del ahorro 50 30 20, que se basa fundamentalmente en utilizar los ingresos de la unidad familiar con visión anual de la siguiente forma:

  • El 50% se dedica a los gastos básicos (vivienda, educación, etc.)
  • El 30% se dedica a los gastos prescindibles (ocio, viajes, vacaciones, etc.)
  • El 20% se dedica al ahorro.

Además de todos los factores que hemos mencionado, también es importante tener una actitud positiva, organizar bien la información y ser constante. ¡La salud financiera es lo primero!

Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.

Logo Movil

Recibe nuestros contenidos más útiles

Suscríbete a nuestra newsletter y te los enviaremos, cada quince días, a tu bandeja de entrada. Consigue además nuestra guía para evitar estafas online, ¡por tiempo limitado!